La aprobación de leyes con compromisos diferidos como la de lucha contra la morosidad que recientemente se aprobó en el Congreso, tienen pocos efectos sobre la realidad. Desgraciadamente, la virtud no viene dada por decretos.
Así, tras la complacencia inicial que se produjo tras la aprobación de la ley, volvemos a la realidad: En España la morosidad es un problema estructural, como el paro o el fraude. La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad vuelve a la carga para recordar que la situación de pagos empresariales sigue siendo pésima. La Ley Antimorosidad no va a tener ningun efecto sobre la situación actual.
Observando el gráfico que han elaborado, sobran las explicaciones: