Se ha lanzado el Servicio de Vigilancia Investigada Activada, para que las empresas puedan controlar, en tiempo real, el riesgo de morosidad de su cartera de clientes y otros colaboradores clave.
Con la actual coyuntura económica del mercado, una empresa puede, en cualquier momento, perder el pulso al riesgo de impago en el que está incurriendo: “el error más frecuente consiste en que únicamente se comprueba el nivel de riesgo de los clientes potenciales en el momento incorporarlos a la cartera, o que pase como mínimo un año, en el mejor de los casos, hasta que se vuelve a verificar su situación”.
El Servicio de Vigilancia Investigada Activada ayudará a las empresas a realizar este seguimiento de manera sistemática y fiable. Se trata de un servicio de alerta permanente que informa inmediatamente de cualquier novedad que se produzca en la situación de la sociedad analizada y que pueda afectar a su nivel de solvencia.
Para llevarlo a cabo, se ha dispuesto una red de analistas que realizan una monitorización permanente de las diferentes variables que indican el riesgo de morosidad de las empresas investigadas, como impagos registrados, incidencias judiciales, actos publicados en el registro mercantil, adjudicación de concursos, etc. Cada comunicación sobre cambios detectados va acompañada por una valoración cualitativa de los expertos sobre su repercusión, positiva o negativa, en el riesgo de la empresa.
Asimismo, además de consultar las publicaciones en el RAI, se realizan cuatro investigaciones exhaustivas al año para comprobar la existencia de impagados, obtener referencias de proveedores, promotores, bancos y cajas con los que trabaja la empresa, o cualquier otra situación que pueda afectar a su estabilidad financiera.
Con esta información, se elabora un informe que actualiza permanentemente y que, además de enviarse de manera inmediata en caso de producirse algún cambio, está disponible para que el usuario lo consulte online de manera gratuita siempre que lo necesite.
Está muy bien la idea.