Muchas empresas pequeñas han crecido rápidamente y necesitan de figuras que gestionen las fianzas, la parte jurídica y los movimientos comerciales de sus empresas. Es por eso que aparece el Credit management un conjunto de técnicas que integra los segmentos financieros, comerciales y jurídicas, para acelerar el cobro y las cuentas de los clientes (pagos contractuales y el incremento de las ventas).
El principal objetivo de un credit management es optimizar al máximo los gastos financieros, disminuyendo así las necesidades de financiación del activo corriente y asegurar la liquidez del negocio, además controla todo lo relacionado con las ventas y pagos de los clientes.
El credit management tiene una formación relacionada con la rama administrativa-financiera, gestión de ventas y cobros. La diferencia con otras figuras más tradicionales dentro de una empresa es que además del ámbito administrativo integra también actividades del área comercial.
Te contamos a continuación las cinco áreas de gestión que debe manejar un credit management:
- Prever los riesgos del crédito comercial: conocer los clientes y evaluar la capacidad de solvencia y riesgo a la hora de asumir riesgo de crédito. Para ello debe tener una estrecha relación con el departamento comercial.
- Evaluar el crédito en curso y el control del riesgo vivo: controlar la evolución de saldos y detectar problemas y posibles riesgos por impagos.
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- Resolver de incidencias y litigios comerciales, normalmente bloquean el cobro de facturas y así asegurar la calidad del servicio.
- Vigilar el cobro de impagados y recuperación de créditos morosos: negociar con los impagados la deuda y al menos conseguir una recuperación de está total o parcial.
Y tú, ¿crees que tu negocio necesita una figura así? ¿Te parece necesario dejar a una persona encargada para este papel? Esperamos que te haya gustado este artículo y te invitamos a compartirlo en tus redes sociales.