No me fío del cliente, ¿qué hago? ¡Solidariza la deuda!

En estos momentos de tanta incertidumbre, ya nadie se fía de nadie. Cada vez que un cliente viene a hacerte un pedido se le mira con lupa para ver si se le vende o no se le vende. Y da igual que el cliente sea de “los de siempre” o nuevo. Con las tasas de morosidad disparadas, uno no puede arriesgarse a “morosearse” más.
Una de las maneras más efectivas de examinar la solvencia de un cliente es mediante los informes comerciales. Estos informes pueden ser muy completos e incluso pueden hacer por nosotros el análisis económico financiero, como el caso del Informe, que te ofrece toda la información del cliente y además, te la analiza, de tal forma que puedes ver claramente si “es de fiar o no”.
Pero si aún así no tienes muy claro que el cliente vaya a pagar, siempre puedes optar por otros productos o métodos que garanticen el cobro como avales o seguros.
Uno de estos avales, que suele emplearse cuando a la empresa (vendedora) le interesa especialmente la realización de la operación a sabiendas del (alto) riesgo de impago, es el Documento de solidarización de deuda.

Mediante el documento de solidarización de deuda lo que se pretende es asegurar la operación mediante un aval (es decir, una garantía de un tercero) en el cual los avalistas son los propios administradores de la empresa, que mediante el documento de solidarización de la deuda se obligan a responder de forma solidaria con sus propios bienes frente al vendedor y por la suma total de la deuda. Es decir, si la empresa no hace frente al pago del contrato, los administradores tendrán que hacer frente al pago de la deuda incluso con sus propios bienes personales (ahorros, coches, casas, etc.).
Obviamente, en el documento del solidarización de deuda no ha de especificarse ni limitación alguna en dinero ni en duración y debe quedar claro y constar expresamente que la solidarización se realiza con renuncia a los beneficios de exclusión, división y orden.
De esta forma, en caso de impago, la empresa vendedora podrá ir tanto contra la propia empresa como contra sus administradores.

4 opiniones en “No me fío del cliente, ¿qué hago? ¡Solidariza la deuda!”

  1. Estupendo articulo, muy bien explicado y facilmente comprensible.
    Enhorabuena por el articulo y por el blog.
    Salu2.

  2. Javier y Jac Majano,
    Gracias por vuestros comentarios. Esperamos poder seguir aportando soluciones y consejos que os sean útiles.

Comentarios cerrados.