Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) lo deja bien claro, en febrero se han creado un 36% menos de empresas que hace un año. Si a esto se añade que se siguen destruyendo prácticamente el mismo número de empresas, pues obviamente el resultado neto es totalmente desesperanzador.
Y aún es más alarmante si vemos las empresas creadas entre enero y febrero, período en el que se han creado nada menos que un 52% menos de empresas y se han destruido un 37% más.
Las empresas, y sobre todo las pymes, son el motor económico de un país. Sin empresas no hay productividad, no hay demanda, no hay empleo y, en definitiva, no hay nada. Y en España ni se crean empresas ni se mantienen las que están.
Y desde las Administraciones Públicas no se hace demasiado para corregir esta solución, y todas las políticas económicas que de momento ha puesto en marcha el Gobierno de España no están dando los resultados esperados.