Está bien claro que en estos momentos nos encontramos en una situación complicada y ante las cuales las Pymes tienen que buscar soluciones para no pasar dificultades a corto/medio plazo. Todos vendemos menos y también compramos menos. Las ventas de muchas empresas o están decreciendo o si tienen suerte simplemente se estancan. No crecen, pero tampoco pierden.
No hay más que darse una vuelta por centros comerciales, zonas comerciales de grandes ciudades y vemos como la gente compra menos. Las calles y las tiendas están llenas, sí, pero no se consume.
En casi todos los sectores ocurre esto. Empresas que iban a realizar grandes compras, que iban a realizar nuevas inversiones, las han cancelado o “pospuesto” para una mejor ocasión. Muchas empresas de venta de muebles de oficina están viendo como muchos de sus pedidos de este año se cancelan. Las empresas pueden aguantar otro año más con la misma silla, la misma mesa, la misma moqueta. Hay que ahorrar costes. También las empresas de ventas de equipos electrónicos (ordenadores, fotocopiadoras, etc.) están teniendo el mismo problema y cerrar ventas está suponiendo un gran esfuerzo.
Sin embargo, todos aquellos sectores que “prolongan” la vida de algo que ya tenemos no están notando tanto la crisis. Por ejemplo, talleres (de todo tipo: coches, zapatos, electrónica, etc.) y empresas de reformas. Y la razón es obvia, si no me puedo comprar un coche, tendré que arreglar el mío… y si no me puedo comprar un piso, tendré que reformar el mío… y así aguanto hasta que las cosas vayan mejor. Incluso hay entidades de crédito que están ofertando préstamos específicos para la reforma de hogares. Todo un síntoma.
Y es que está claro que nunca llueve a gusto de todos, siempre habrá sectores que se adapten mejor a circunstancias adversas y en momentos de crisis sacan la cabeza por encima del agua y nada a contracorriente, sin que la riada pueda con ellos.