Se sabe que el volumen de créditos hipotecarios concedidos a británicos por entidades españolas es considerable. El sueño de una segunda residencia en las playas españolas estuvo al alcance de la mano para muchos británicos y entidades como la Caja de Ahorros del Mediterráneo creyó encontrar un estupendo nicho de mercado.
En 2007 estalló la burbuja subprime, el gobierno británico nacionalizó el banco Northern Rock y las tasas de morosidad comenzaron a dispararse en toda Europa. Muchos de los compradores británicos de apartamento playero comenzaron a incumplir sus pagos. Pensando quizás que la distancia es el olvido, muchos devolvieron la llaves a la entidad sin querer saber nada más ni del piso ni de la hipoteca.
Los procesos de recobro, tan bien definidos por la banca española, no tienen la misma eficacia sobre los deudores extranjeros como sobre los españoles. La CAM ha tardado en actuar contra esos impagos. Ahora la CAM está enviando cartas a sus morosos en el Reino Unido amenazándoles con el embargo de sus bienes en su pais de residencia.
Sin embargo, las probabilidades de poder cumplir esa amenaza son más que remotas. Primero es necesario ir contra el bien hipotecado, que aunque en territorio español, se supone ya abandonado en la costa de Alicante, digamos, por lo que a efectos de personación y notificación el proceso llevará un tiempo. Segundo porque para abrir un procedimiento de embargo contra otros bienes del deudor en el Reino Unido, se deberá iniciar un proceso acorde con las leyes y tribunales británicos, el cual será largo, costoso y con probabilidades de fracaso. Los deudores ya han conseguido que sea la CAM la que tenga que jugar en su campo y no al revés.
También es probable que los deudores contraataquen e impogan una demanda en esos mismos tribunales contra la CAM acusandola de información insuficiente, defectos de forma en la contratación, prácticas abusivas, publicidad engañosa, ect.
La Gestión de Riesgos de la CAM dejó mucho que desear al comercializar hipotecas al por menor a un público del que nada sabía y contra el que difícil ejercer acciones legales en caso de impago. Por no hablar de la asesoría jurídica que redactó los contratos en los que que ni siquiera se han asegurado el fuero competente.
Ahora la CAM ha anunciado un acuerdo con dos bancos británicos para financiar la compra de imnuebles en España por parte de ciudadanos del Reino Unido, con lo que el banco prestamista pasaría a ser británico. De poco les va a servir ya.
Queda por averiguar si existen en el mercado células hipotecarias con estas joyitas. ¿Alguna pista?