Tanto el leasing como el renting son dos opciones de financiación similares y por esto algunas veces pueden confundirse, puesto que las dos consisten en el alquiler a largo plazo de un bien, que generalmente suele ser un vehículo o un inmueble. No obstante, también presentan algunas diferencias.
Diferencias entre leasing y renting
Una de las diferencias principales es que el renting puede ser utilizado como recurso para los usuarios y/o particulares, y no solo para empresas y autónomos. Además, el renting no permite la posibilidad de adquisición a la finalización del contrato, es decir, el titular nunca pasará a ser propietario del bien, a diferencia de lo que pasa con el leasing.
Por lo que hace el leasing, se trata de realizar un alquiler con opción a compra. Es decir, cuando el alquiler llega a su fin, el bien puede ser adquirido en propiedad por parte de la persona que lo a alquilado. Normalmente, el contrato de leasing tiene una duración de entre dos y seis años. En cambio, el renting no permite la opción a compra, aunque también se trata de un alquiler a largo plazo. Además, permite incluir dentro de sus cuotas mensuales conceptos como el impuesto de matriculación, de circulación, seguros relacionados o los habituales servicios de mantenimiento y asistencia. La duración de este tipo de contratos suele oscilar entre uno y cinco años.
Otra diferencia es que el leasing solo puede ser utilizado por parte de una empresa o autónomo igual que el renting, pero este último, también puede ser utilizado por particulares.
¿Qué pasa una vez finalizados los contratos? Una vez finalizado el acuerdo de leasing, el titular puede elegir si quiere realizar la compra del vehículo o si por lo contrario quiere alargar el contrato de alquiler. Si se elige esta opción, se tendrán que negociar nuevas cuotas haciendo una prórroga del contrato, o cambiar de vehículo y crear un nuevo contrato. En cambio, por lo que hace el renting, hay la opción de la ampliación o renovación del contrato en las mismas condiciones y un nuevo coche o la devolución del vehículo.
Se debe tener en cuenta que los pagos relativos a un contrato de renting suelen ser generalmente más altos que los del leasing u otras alternativas.