La morosidad que están sufriendo los bancos está en unos niveles que no se veían desde noviembre de 1996. La tasa actual de la morosidad bancaria está en el 4,50%, cuando hace tan sólo dos años era del 0,76%.
Una primera lectura de esta cifra es que los bancos están sufriendo la crisis igual que todos los demás sectores empresariales en España. Pero esta visión está sesgada, ya que una morosidad alta de la banca implica que son las empresas y los particulares los que están teniendo dificultades para poder pagar sus créditos, es decir, son los clientes los que verdaderamente tienen problemas de liquidez.
Si nos fijamos exclusivamente en la morosidad de las empresas y los empresarios individuales que tienen créditos abiertos en entidades de crédito, la morosidad es incluso mayor, un 4,75%. La morosidad empresarial más alta desde diciembre de 1998 (que son los primeros datos donde el Banco de España comprara los créditos concedidos y los créditos dudosos de las empresas).
Es decir, las empresas y autónomos españoles tienen un déficit de liquidez de 48.203 millones de euros con las entidades de crédito ¡¡más de 8 billones de las antiguas pesetas!! Y si tenemos en cuenta que normalmente se suele pagar a los bancos antes que a determinados proveedores, podemos suponer que la necesidad de circulante de las empresas españolas es mucho mayor.
Y si los bancos tienen tasas de morosidad tan altas, se guardarán mucho de dar crédito a las empresas salvo que el riesgo sea mínimo o inexistente. Y si las empresas no reciben financiación, pues no podrán pagar sus deudas (financieras y comerciales), no podrán invertir en mejoras productivas, no podrán comprar aprovisionamientos y no podrán vender. Y si no vende, no podrá pagar sus deudas y entre ellas las deudas financieras. Y si no pagan sus deudas financieras, los bancos tendrán tasas de morosidad altas y cerrarán el grifo del crédito a las empresas, y si las empresas no reciben financiación, pues no podrán pagar sus deudas… ¿un dejavú? No, es la realidad, la pescadilla que se muerde la cola.
Y dado el escaso margen de maniobra que tienen las empresas, si los bancos (que tienen beneficios multimillonarios) no abren la mano, la pescadilla se morderá la cola eternamente. Una de las partes tiene que ceder, y puesto que las empresas no pueden crear dinero de la nada, tendrán que ser los bancos quienes aumenten la liquidez concediendo créditos a las empresas, porque capacidad para ello tienen. Ahora, voluntad no se yo.
Escribo desde la empresa “Practia Consulting” con sede en Madrid, ya que en este momento nos encontramos realizando un estudio de mercado previo a la próxima incorporación al mercado español de nuestro producto de “Gestión de morosidad temprana y avanzada”.
Con este fin, nos complacería saber en su opinión qué herramientas informáticas son las más utilizadas actualmente en el mercado financiero español para la gestión de mora y cobro, con sus fortalezas y debilidades según el contexto económico actual.
Sin más, le agradezco mucho su ayuda y lo saluda Atte.,
Cristian J. Martinez Blanco.