Cuatro estrategias para gestionar impagados

Antes de analizar qué hacer con los deudores, hay que dejar claro que el problema del moroso no está en gestor profesional de recobro. La mayoría de los deudores empresariales están pasando un bache y trabajan activamente con los responsables de recobro para intentar solucionarlo de forma amistosa.

Todos los días escuchamos o leemos los datos sobre la morosidad en España, sobre el aumento de los impagos, la popularidad de los concursos de acreedores, etc. Y muchos nos preguntamos, ¿hay una vacuna contra todo esto?

La definición de vacuna es: vacuna (del latín vaccinus-a-um, ‘vacuno’; de vacca-ae, ‘vaca’) es un preparado de antígenos que una vez dentro del organismo provoca una respuesta de ataque, denominada anticuerpo. Esta respuesta genera memoria inmunológica produciendo, en la mayoría de los casos, inmunidad permanente frente a la enfermedad.

Por tanto, ¿cuál es el anticuerpo de los impagados? Las vacunas son la acción judicial y la extrajudicial:  ¿Cuál debe ser la primera?.

Según como el recobrador actúe frente a la deuda, podemos dividir en cuatro los perfiles de actuación contra los morosos:

1. Garantizado.
2. Metódico.
3. Experimental.
4. Ajustado.

1. GARANTIZADO:

Generalmente el objetivo tras una primera negativa del deudor a pagar, será únicamente la Acción Judicial. Si se obtiene una sentencia favorable y el deudor tiene bienes, se garantiza el cobro.

2. METÓDICO:

Generalmente se inicia mediante un intento de recuperación extrajudicial, genérico y limitado. Tras el cual y ante la falta de éxito, desemboca habitualmente en la Acción Judicial. Con el riesgo de que quien no respeto las advertencias extrajudiciales poco tenga que perder ante una Acción Judicial.

3. EXPERIMENTAL:

Generalmente se inicia sin una estrategia marcada, simplemente el objetivo es la persistencia. Una vez agotado este recurso se piensa en la Acción Judicial.

4. AJUSTADO:

Generalmente se decide el tipo de intervención, según el análisis realizado mediante la información localizada. Pudiendo variar con el objetivo claro de recuperar el crédito. Este sistema no carece de metodología, es imprescindible.

Reclamar deuda proveniente del consumo de los particulares, justifica la aplicación de un sistema genérico. En este caso es posible establecer un perfil general y por tanto un modelo de reclamación exitosa que conviene repetir y no variar.

Reclamar deuda proveniente del sector empresarial o profesional obliga a aplicar una metodología capaz de simplificar las acciones y a su vez adaptar cada una de ellas al perfil de cada impagado. Para lo que será necesario un sistema de clasificación rápida de los mismos.

Estar preparado para Recuperar Créditos no es simplemente tener impagados para recuperar y ganas para ello. Hay que motivar a los negociadores profesionales que de ello se encargan.

El éxito en el recobro es imposible sin metodología que permita que cada fin de mes se alcancen objetivos reales.

JM JURADO
Recovery Specialist International Credits
Especialista Internacional en Recuperación de Créditos
http://recuperaciondeimpagados.wordpress.com/