¿De qué va eso de los créditos preconcedidos?

Últimamente estoy escuchando a una prestigiosa entidad de crédito anunciar que ha puesto en circulación 4.000 millones de euros en préstamos preconcedidos, que en un principio podría entenderse como un “hola, necesito dinero. Pues aquí lo tienes”, pero nada más lejos de la realidad.

Obviamente, el Banco Santander (que es la entidad que está ofreciendo estos préstamos preconcedidos) no está mintiendo, efectivamente ha concedido préstamos por valor de 4.000 millones con la única condición de pasarse por una oficina y firmarlo. Pero esta es una verdad a medias, que realmente suena muy bien, aunque no lo explican todo.

Muchos de vosotros os preguntaréis ¿cómo se preconcede un préstamo? ¿Y a quien se preconcede? A la hora de realizar este tipo de concesiones (que no es una estrategia nueva, ni  mucho menos) el banco coge todas las bases de datos de sus clientes, las cruza y hace una selección de clientes dependiendo de ciertos parámetros. Estos parámetros pueden ser, por ejemplo, un determinado nivel de ingresos (normalmente alto), una excelente calificación crediticia, seguridad laboral, nivel de ahorro, etc.

Introducen estos parámetros en su sistema y obtienen una lista de clientes a los que preconceder los préstamos. ¿Y qué tienen de especial estos clientes? Los dos rasgos principales de los clientes extraídos de las bases de datos son que ninguno realmente necesita el préstamo (es decir, ni lo necesitan ni no lo han solicitado) y que tienen un nivel de riesgo de crédito nulo.

Por tanto, la entidad de crédito envía una carta a dichos clientes informándolos que se les ha concedido un préstamo por valor de (por ejemplo) 20.000 euros y que para hacerlo efectivo simplemente ha de pasarse por su oficina bancaria y firmar el préstamo, sin preguntas, sin requisitos, ni ningún trámite adicional más que firmar.

¿Y que ocurre realmente con estos 4.000 millones de euros preconcedidos a clientes que no lo necesitan? Pues que el 95% no se “colocan”, es decir, normalmente acude a firmar los préstamos preconcidos entre un 5% y 8% del total de clientes a los que se lo han preconcedido.

A ojos del público en general, el Banco Santander está poniendo “en juego” mucho dinero, pero la realidad es muy distinta.  Aunque todo dinero que se ponga en circulación y estimule el consumo siempre será bienvenido en estos tiempos de crisis.