La ley de IRPF de 1991 incorporaba la posibilidad de comprar Pagarés del Estado a 6 años con un tipo de interés sorprendentemente bajo para la época, el 2%, cuando los tipos de interés oficiales eran varias veces superiores.
A esta emisión de deuda se le denominó Deuda Pública Especial y se suscribieron cerca de 5.000 millones de Euros (800.000 Mill. Ptas): una cantidad muy elevada para tan baja rentabilidad.
¿El truco? Ante lo ajustado de las cuentas públicas a finales de los 80, el Gobierno decidió financiarse con dinero negro. Para ello emitió deuda con vencimiento superior a los 5 años que es el tiempo de prescripción de un delito fiscal. Dicha emisión ofrecía completa opacidad fiscal a los titulares.
No fue la única emisión de ese tipo. Desde los 80 el Gobierno habia usado distintos medios para usar el dinero sumerigido para financiar el Gasto Público. En 1997 los suscriptores recuperaron su dinero y de aquello nadie volvió a hablar… hasta hoy:
El Plan del Gobierno para ayudar al Sector Financiero dotado con entre 30.000 y 50.000 millones de euros ha de tener contrapartida. ¿De dónde saldrán fondos tan generosos? Los expertos coinciden que será necesario un fuerte aumento del endeudamiento del Estado.
Sólo los billetes de 500 euros en circulación en España suponen cerca de 60.000 Millones de Euros: dinero oculto fruto de operaciones inmobiliarias que está en el colchón o enterrado en el jardín esperando tiempos mejores para aflorar.
Que los problemas financieros fruto de los excesos del boom inmobiliario, se financien con los excedentes de capital fruto del mismo boom, no parece descabellado. Pura retroalimentación sectorial sin coste para el contribuyente ni para otros sectores.
La medida provocará reparos éticos y legales. Pero la ley se cambia cuando hace falta y la ética… La ética en fin. La clase política española no lee a Locke.